Al llegar, fuimos recibidos amablemente y nos ofrecieron un desayuno lo que nos dio un buen comienzo para la jornada. Fue un gesto muy apreciado, ya que nos permitió compartir un momento de relajación antes de iniciar la visita.
La instalación de El Cabril se encuentra en una zona montañosa, alejada de núcleos urbanos, lo que garantiza la seguridad y minimiza los riesgos para la población. La ubicación es estratégica, seleccionada por sus características geológicas y la estabilidad sísmica, lo que ofrece una protección natural adicional ante cualquier eventualidad.
Durante la visita, se nos explicó que el almacenamiento de los residuos radiactivos en El Cabril se lleva a cabo de manera rigurosa, siguiendo estrictas normativas de seguridad y protección ambiental. Los residuos son gestionados de acuerdo con su tipo y nivel de radiactividad, clasificándose en distintas categorías: residuos de baja actividad (como los generados en hospitales y en algunos procesos industriales) y residuos de media actividad (provenientes principalmente de la industria nuclear).
Al finalizar la visita, nos ofrecieron un pic-pic con bocadillos, fruta, chocolate y bebidas, lo que nos permitió compartir nuestras impresiones sobre todo lo que habíamos aprendido. Fue una experiencia muy enriquecedora el conocer de cerca el importante trabajo que realiza ENRESA en la gestión de residuos radiactivos.